sábado, 7 de enero de 2017

Conclusiones

El diseño de este proyecto supuso una experiencia significativa y relevante para nosotras como futuras docentes. Nos permitió contemplar las nuevas tecnologías como herramienta fundamental en la escuela del siglo XXI, pero no como un nuevo soporte para los métodos tradicionales, sino como el revulsivo fundamental para dar forma al modelo que se adecúe a la sociedad del conocimiento en la que estamos inmersas. Esto es, entender las TIC como medios para nuevas formas de aprendizaje, para la creación de proyectos reales empleando diversos lenguajes, para compartir y difundir conocimiento y para colaborar con independencia de la localización geográfica.

No podemos negar que el uso excesivo de la tecnología puede traer consecuencias negativas, pero no por eso tenemos que tener miedo de ellas y quedar encajados en una educación tradicional. La educación requiere de un cambio dado que las exigencias y las necesidades de los niños y niñas no quedan cubiertas con este modelo que cargamos desde hace décadas. Ahora, gracias a los múltiples avances que se empezaron a hacer en este nuevo siglo formado por la sociedad del conocimiento y de la tecnología, dando pasos agigantados en cuestiones tan importantes como lo es la educación, algo a lo que por desgracia no le dan la índole que se merece. Respecto a las nuevas tecnologías, no podemos negar sus múltiples beneficios, y no estar de acuerdo con el avance tecnológico y con su integración en el campo de la educación implica negarse al desarrollo. Y esto es algo que vimos a lo largo de este trayecto, con la aplicación significativa de la tecnología, la creación de nuestros pequeños proyectos... Vivenciar la tecnología en la educación nos hizo ver que es más necesaria de lo que pueda parecer para tener un desarrollo íntegro y alcanzar los objetivos y los retos que se proponen con esta nueva era del conocimiento.

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